Desde este Blog, podéis descargaros toda la información que hemos venido recogiendo previa a la ruta de Arroyomolinos de León- Cerro de los Bonales los distintos componentes del grupo. Nos ha facilitado mucho la labor a la hora de coordinar trabajos y avisos, sin necesidad de usar el correo, ya que al colgar algo en el blog por algún miembro los demás recibían un aviso a su correo. También podéis enlazar con Picasa, aunque antes debéis tener un correo abierto en Gmail, con vuestra clave y contraseña. Esta misma clave, os permitirá bajaros el vídeo de Youtube y otras cosas. (PDF, Word originales, etc.). La salida se realizará el día 23 de enero, a las 8 de la mañana en el puente de los tolditos, como siempre y el regreso para estar en Sevilla sobre las 6.30 h. Un saludo a tod@s. Hilario

CONVOCATORIA DE REUNIÓN EN EL CEP DE SEVILLA

Nos reunimos todos el Jueves día 14 a las 6 de la tarde con Victor en el CEP de Sevilla. El que no haya mandado las actividades que las lleve.

Un saludo a todos

Hilario

lunes, 11 de enero de 2010

La virgen de Tentudia y algunas leyendas

La virgen de Tentudia

Preside el templo la bellísima imagen de la Virgen de Tentudía. Es una imagen de las llamadas de "candelero", en cuyo rostro se aprecia la armonía de la dulzura con la majestad que los artistas del siglo XVIII imprimían a sus obras.


El término en Candelero tiene dos acepciones:
• Aplicado a la imagen de la Virgen, que generalmente solia constan de cabeza o MASCARILLA, manos, busto, y una especie de armazón o CANDELERO generalmente de duelas, a modo de tronco de cono, sobre el que se ajusta el ropaje, saya, basquiña o saya. Es una virgen de las denominadas de “Vestir”.
• También se llama CANDELERO, al candelabro de una sola vela, compuesto por un vástago, que surgiendo de una peana o pie, termina en la arandela y cubillo donde introducir la vela. Suelen ser de plata, y gran número de estos componen la candelería de la delantera de los Pasos de Virgen.

Un cuidadoso proceso de restauración y decoración ha hecho que este edificio vuelva a resurgir a sus antiguos orígenes.

La Virgen ejerce una fuerte atracción en el Monasterio. Las peregrinaciones, romerías y excursiones se prodigan con gran intensidad.

Es una advocación de popular y antigua devoción, dentro y fuera de la comarca. Desde que Alfonso X, El Sabio, narrara en sus famosas "cantigas" los milagros de la Virgen de Tentudía para que "et desto cantar fezemos/que cantasen os jograres", la devoción a esta imagen se propagó ampliamente.

Badajoz puso bajo la protección de la Virgen de Tentudía una de las puertas de su recinto amurallado y se han localizado imágenes de esta advocación en Carmona (Sevilla), Cañada de los Gamos (Córdoba), y en la provincia de Badajoz, Fuentes de León, Llera, Monesterio. En Clavijo (La Rioja existe otra imagen a la que le dedican cultos y festejos el día de Santiago, 25 de julio y más abajo se cuenta la leyenda de la misma).

Cuida de la imagen en el Monasterio de Tentudía, su Hermandad que fue creada para fomentar la devoción de la Virgen bajo esta advocación, velar y gestionar la conservación y buen uso del Monasterio así como de propagar y defender los valores religiosos, culturales, históricos y el arte relacionados con la venerada imagen y su Santuario de Tentudía.

La fe y devoción a la Madre de Dios, bajo la advocación de Tentudía está muy extendida y arraigada en esta comarca enclavada entre Andalucía y Extremadura y desde Lope de Vega a los poetas de los tiempos modernos le han cantado a esta bellísima imagen con versos convertidos en flores de amor: "El imaginero artista/rienda díó a su fantasía/y te exculpió más hermosa que alba luz del claro día. (…)

Distintas leyendas para la zona

SANTA MARÍA LA ZAPATERA
Dice la leyenda que Pelay Correa, en tiempos de los moros, - a mediados del siglo XIII- bajaba por el sur de Extremadura a la conquista de Sevilla. Derrotó a los moros en la sierra de Tentudía. Siguió avanzando hacia el sur, pero estos volvieron a reagruparse y le plantaron batalla en el valle donde está enclavada la aldea. La refriega fue dura y en el momento crítico, un moro cortó con su alfanje las bridas del caballo de Pelay Correa. El caballo se desboca y la batalla está a punto de perderse. En ese preciso instante aparece una señora vestida de blanco y con una lezna en las manos, que en un santiamén le deja las bridas como nuevas. El capitán vuelve al combate, que una vez más queda para el campo cristiano. Pelay Correa con las prisas no se da cuenta de nada anormal. Después, ya tranquilamente en su tienda, piensa que aquella señora con el vestido blanco no podía ser otra que la Virgen, y que con su ayuda había ganado la batalla. Agradecido, mandó construir una ermita en aquel valle para que se venerase a la virgen zapatera.

EL CASTILLO DE REINA
La leyenda sobre el castillo es la siguiente:
Dentro del castillo de Reina (pequeña población, en la carretera que va de Llerena a Cazalla de la Sierra) vivía un rey moro, y en la parte baja una reina cristiana, que pidió permiso al rey para hacerle una visita con sus doncellas, e hizo vestir a sus soldados de mujer y los hizo subir con ella al castillo del rey moro; este les dio un gran convite y los llevó después a pasear y conocer el castillo. Llegados a un sitio desde donde se veía el jardín de la reina por la muralla, esta dejó caer su pañuelo, y el rey, para ver si lo cogía, adelantó el cuerpo y la reina lo empujó, dejándolo caer al huerto. Muerto el rey, la reina con sus soldados se apoderó del castillo, y en satisfacción de este bien concedido por la Virgen de las Nieves, a quien se encomendó, edifico allí la capilla que hoy existe. A la tradición anterior se refiere la siguiente copla:
"La virgen de la nieves puesta en la altura desde allí se divisa toa extremadura"

TENTUDÍA
Aunque ya ha quedado descrita anteriormente, se puede decir que La leyenda de Tentudía está inserta dentro del ciclo de leyendas del Maestre de Santiago. Estando Pelay Correa combatiendo contra los moros, en las estribaciones de Sierra Morena, por Calera y Monesterio, la batalla no se terminaba y la noche se venía encima, por lo que el Maestre de Santiago, una vez más, acudió a la protección de la alto. "Ten tu día", dicen que dijo. Unos dicen que estas palabras iban dirigidas al sol, según unos; otros dicen que a la Virgen, y otros que a Dios. Lo cierto es que el día se detuvo y Pelay Correa pudo ganar la batalla.

LA LEYENDA DEL RAYO
Un día, posiblemente a finales del siglo XIX, estaba el pueblo reunido en la iglesia, un sobrio ejemplar renacentista del tipo iglesia-fortaleza, mandado construir por la Orden de Santiago. Mientras se celebraban los cultos, se desató una impresionante tormenta seca, así llamadas porque no terminan en agua. Situado el pueblo al lado de un castillo y casi en la falda de una pequeña sierra, es un lugar muy propicio para atraer todo tipo de descargas eléctricas. Una de ellas vino a caer aquel día sobre la iglesia, recorriéndola a lo largo, desde el presbiterio hasta la puerta del perdón, y produciendo a su paso una enorme grieta en los muros, visible aún hasta hace pocos años. Salieron todos precipitadamente del templo y fue entonces cuando descubrieron asombrados cómo una mujer que había estado sentada en el suelo, al pie del púlpito, tenía el velo completamente quemado, sin que ella hubiese sufrido el más pequeño daño. Considerado el hecho como un milagro, se le atribuyó al Cristo de la Sangre, venerado en la iglesia parroquial, y se instituyó una fiesta, el día 4 de mayo, para recordar el prodigio. Dicha fiesta se continúa celebrando todos los años, hasta el momento presente.

LA LEYENDA DE LA VIRGEN DE TENTUDÍA de la Rioja (por Félix Cariñanos San Millán. Publicado en el diario "La Rioja" el 10 de noviembre de 1996)

En tiempos pasados existían varios ritos que iban marcando nuestra transición de la niñez a la juventud. Uno de ellos se realizaba el primer día en que te dejaban ir al campo montado tú solo en un caballo o ganado mayor. Otro tenía lugar al enviarte, también solo, por agua del Ebro ("El Ebro es un traidor", repetían insistentemente los mayores).

A mí me sobrevinieron ambos en la misma jornada y, al preguntar a mi progenitor de qué método se servía para poner el puchero a la misma hora, me respondió apuntando el dedo índice derecho hacia el cielo del sur:
  • Cuando el sol sobre Clavijo, las doce del día fijo.
Muchos soles me han visto visitar después esa localidad, clave de la expansión del mito jacobeo por toda España. Si el tiempo acompaña, casi siempre puede conversarse con mayores sentados en la placeta.
  • ¿La ermita de Santiago? Va a tener que pedir usted la llave para verla.
  • ¿Está allá la Virgen de Tentudía?
  • Arriba está, sí, señor, pero no va a poder ver todo.
  • ¿Por qué? Porque, siendo nosotros unos críos, a últimos del año doce, forzaron la entrada y se llevaron bastantes cosas; lo más importante, el cuadro del altar mayor, dicen que de mérito.
Sí, de mucho mérito -sentencia otro anciano con aires de director de pinacoteca-. Como que era de ese famoso de Navarrete (Interpreto que alude a Navarrete el Mudo). Mire usted por dónde, los ladrones vendaron los ojos de la Virgen de Tentudía y la volvieron contra la pared.

La leyenda de esta imagen se remonta al siglo IX, a los tiempos de la no menos legendaria batalla de Clavijo. Esta es su versión más tradicional.

Era el rey asturiano Ramiro I un guerrero valiente, veterano en combates. No estaba menos curtido el emir cordobés Abderramán II. Aquel 22 de mayo del 844 el ejército cristiano había llevado las de perder. Sus tropas, presionadas por los moros, habían escalado las alturas del Monte Laturce y se alargaban hacia la hoya de Clavijo y el peñón del castillo. Enfrente, el emir había establecido una enorme media luna que abrazaba los altos desde Ribafrecha hasta la fortaleza. Llegada la mañana, comenzaría el asalto definitivo.

Aquella noche Ramiro no pudo dormir en varias horas hasta que se derrumbó rendido en su camastro. Y soñó, soñó como no había soñado desde niño. Veía al apóstol Santiago jineteando un corcel blanco y a su ejército avanzando tras él hacia las llanuras.

  • La falta de tiempo para convocar a su hijo Ordoño, su hermano García, al general Ossorio, los caballeros de Tejada y Valdeosera.
  • ¿Nada más amanecer hay que atacar?
  • ¿No sería mejor, padre, esperar unos días en el camero Viejo, descansar y volver a Clavijo?
  • He visto a Santiago Victorioso y a nosotros triunfantes con él. ¡Santiago y cierra España!.
El choque se alargó durísimo durante toda la mañana. Avanzaba la tarde; ninguna de las huestes cedía. De pronto, un grito unánime cubrió Monte Laturce: "¡Santiago, Santiago!". Los cristianos redoblaron las acometidas, pero la noche se acercaba agachándose como un gran raposo oscuro. Uno de los tejados se acercó al rey:
  • Señor, la batalla es nuestra; sin embargo, no vamos a extirpar la raíz del todo.
  • Lo veo, Sancho, lo veo.
  • Hay una solución, señor: invocar a la Virgen para que detenga el sol y podamos acabar lo iniciado.
Era valiente Ramiro I y montañés de mucha fe. Clavó la espada en la sagrada tierra e invocó a la Señora:
  • ¡Madre de todos nosotros: deten tu día!¡Deten tu día!.
Sobre Monte Laturce alzó sus brazos una mujer de vestido blanco; a su gesto, la gran estrella roja pugnó por velarse tras el horizonte, más no pudo. De esta manera, triunfaron plenamente los cristianos en la batalla de Clavijo.
  • ¿Qué? ¿Ha visto usted la Virgen de Tentudía?.
  • Sí, señores, la he visto.
  • Mientras usted estaba arriba hemos estado haciendo memoria. Aquel robo se descubrió el 14 de diciembre de 1912. Hubo boda y, según era tradición, los recién casados y los invitados subieron a la ermita a reverenciar a Santiago. El matrimonio se llamaba Tiburcio Orío y Norberta Ruiz; él era de Las Ruedas de Ocón y ella de aquí. El susto que se llevaron debió ser morrocotudo.
Yo he tenido la suerte de visitar Calera de León, un pueblecito badajocense situado en las estribaciones de Sierra Morena.

Cerca, a 1.104 metros de altitud, se ofrece el monasterio de Tentudía, denominado así porque en ese término se enfrentaron moros y cristianos; durante la lid, el gran maestre de la Orden de Santiago, Pelay Pérez Correa invocó a la Señora: "¡Deten tu día!". Puede venerarse a la titular de esa advocación tanto en el monasterio como en la iglesia conventual santiaguista de la villa.

Antes de ascender a la montaña, teniendo extraviado el reloj en mi mochila de peregrino, pregunté a un señor mayor:
  • Por favor, ¿qué hora es?
Me respondió apuntando el dedo índice derecho hacia el cielo del sur:
  • Cuando el sol en Tentudía, las doce del mediodía.
Y me acordé de mi padre y de Clavijo.

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